Mis miedos felices

Cada minuto que pasaba era más difícil, el suspenso se apoderaba del lugar, las palabras eran cada vez menos y el nudo en mi garganta crecía y crecía; realmente no podía creer lo que sucedía. Momento a momento, el aire se tornaba denso y sentía como si mi corazón fuese a salir de mi pecho.

De pronto, se escuchó que de una voz ronca salían estas palabras: "El tiempo ha llegado, es hora de partir". Sabía que debía obedecer, pero al mismo tiempo aparecía una sensación que me decía que estaba mal, no era el momento indicado para abandonar el lugar,
Así que decidí dejar de lado a la razón e ir a descubrir que era lo que aquel lugar me quería decir.

Al ir a investigar que me esperaba, encontré una gran sorpresa, allí estaba, uno de tantos miedo de los que había querido escapar.

Al verlo allí, parado, sin nada más que hacer o decir, simplemente decidí que había llegado la hora, debía "tomar al toro por los cuernos"  y finalmente, lo hice, me decidí a enfrentarlo, mostrarle que, simplemente, aquel temor era ya mucho menor y que era hora de volvernos amigos, ya que, sencillamente, tendríamos que soportarnos pues pasaríamos toda la vida juntos, así simplemente esa era la razón. Y fue entonces que así decidí volver aquel temor, mi miedo feliz.

Fátima Franco Ramos.

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